Décimo Camino
Es una de esas noches en las que apenas puedes divisar tus manos. Te despiertas agitado en tu cama. Abres los ojos e intentas ver a tu alrededor la causa de tu alboroto. No ves nada, así que intentas levantarte.
Intentas levantarte del lado izquierdo, pero… te golpeas contra la pared. Aun así vuelves a intentarlo. Esta vez la pared cede y caes junto con ella hacia el jardín. Te levantas y miras a tu alrededor. No puedes ver mucho más allá porque, por un lado, te rodea una selva espesa iluminada únicamente por la luz de la luna; por el otro, un inmenso edificio que remplazó a tu casa.
Caminas hacia el edificio. Entras. Está todo iluminado con la luz de una mañana radiante. La gente a tu alrededor parece estar trabajando normalmente. Estás vestido con un terno negro y corbata azul. En el fondo hay un bar donde van todos durante el descanso. A tu derecha, más cercano, se encuentra el ascensor.
Te diriges hacia el bar. De todas formas es allí hacia dónde va la mayoría de gente. Te sientas en la barra y te sirven un tequila. Lo aceptas como si fuera eso lo que siempre pides. Pasan pocos minutos cuando llega un señor vestido de terno y corbata negra que se presenta como Mr. Charles. Dice que está encargado de tu seguridad. Lo miras incrédulo, por lo que continúa diciéndote que no se trata de cualquier seguridad; habla de la seguridad de tu subconsciente…
Estás perplejo, pero continúas escuchando. Sí –dice- estás en un sueño. Intentan obtener información importante que guardas en tu subconsciente. Él está aquí para defenderte de los intrusos. No crees estar en un sueño. Te dice que intentes recordar cómo llegaste al edificio… No puedes. Te convences, porque es imposible recordar el inicio de un sueño. Le preguntas qué debes hacer para estar a salvo. Te dice que debes confiar en él y decirle la clave de tu caja fuerte.
No puedes confiar en Mr. Charles, así que no le dices la clave. Además, como sabes que estás en un sueño, decides despertar, así que te pellizcas el brazo. Pero no funciona. Mr. Charles, sigue esperando tu respuesta, así que continúa insistiendo. No puedes soportar más y gritas que este es tu sueño y que te deje en paz. Al instante, todos alrededor posan sus miradas en ambos. Se acercan corriendo y con no muy buenas intenciones. Han descubierto que ustedes no son los que sueñan y no son parte del subconsciente. Van a matarlos.
Vas corriendo hacia el ascensor. La gente que antes parecía pacífica, se acerca peligrosamente. Antes de poder llegar te rodean. No tienes escapatoria. Mr. Charles te grita que no debes morir, porque estás tan fuertemente sedado que si mueres caes en el limbo. Te asustas, pero nada puedes hacer. Cuando todo parecía perdido, entra al edificio tu verdadera gente de seguridad y disparan a todos los que te rodeaban, incluso a Mr. Charles… Al poco tiempo, despiertas y ves a tu lado al mismo Mr. Charles sumido en un profundo coma del que algún día podría salir.
FIN
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